I. La Grever. El jueves pasado se presentó por fin el disco "Canciones de María Grever" del pianista Antonio Bravo y Carlos Montemayor. En la sala Hermilo Novelo, donde grabamos esté disco, esperaba la sorpresa de una sonrisa femenina ya conocida pero, como he dicho en textos anteriores, esas cosas no pasan y no llegó. Ni modo, me hubiera encantado platicar con ella, invitarla a salir, enamorarnos, casarnos en una fastuosa boda; después el piano junto a la cama, nuestro perro al lado de él, y una cuna toda blanca y su vientre de mujer. En fin, ustedes saben, esos finales de canciones de Mijares o de películas de Hugh Grant. Estaba en que no llegó, aunque no era descabellado que se apareciera, digo, después de todo ahí estaba parte de su vida. Resulta que la soledad me gusta más y si es escuchando a la Grever, mejor aún. De mis canciones preferidas están "Por si no te vuelvo a ver" (Tú la de los ojazos negros, la de boca tan bonita, la de tan chiquito pie... deja,
Apuntes de Jesús Francisco Conde de Arriaga