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VARIOS

* MARMOTAZUL NEWS
Les cuento queridos e inexistentes lectores, el jueves se presentó el nuevo disco de Marmotazul Un Plug. Se grabó hace un año en el auditorio de la UPN y ahí lo presentamos. Qué puedo decir, poca gente, muy lejos, lluvia, miles y miles de chelas, una ausencia... me parece que es un disco que salió salado. En fin, me gustó el experimento que hice, conecté un procesador de efectos Zoom (el G2) y un Cry Baby, cortesía de Víctor Contreras, a mi Valentina. (Guitarra electroacústica Ovation). Me gustó la onda con un poco de Delay, Reverb, Trémolo y el Wah. Tal vez me faltó un pedal de Volumen o meter el mismo nivel a todos, pero soy medio flojo... en fin, una raya más al tigre.
* SOLEDADES NEWS
Pudo llamarse Jenny o Alejandra, no importa. El cariño no se compra, pero un poco de compañía sí. Y quién sabe si sea lo mejor. Francamente uno se levanta con la amargura en la garganta, queriendo abrazar y besar a la que ya se fue, con la soledad puesta hasta la médula, melancólico, nostálgico, con un tufo a... a derrota, en fin.
* LA NOTA OPTIMISTA DEL AÑO
El martes pasado se presentó el primer poemario de mi querido amigo Rafael Vargas Pasaye. Y ayer sábado, en el suplemento Laberinto de Milenio Diario, salió mi reseña. Si la quieren leer les paso el link, ni siquiera eso me levanta el ánimo. Eso sí, mi nombre aparece rebonito en las páginas del semanario.
Desde el fondo,
JFC

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Causalidades II

Queridos, desocupados e inexistentes lectores, les debía esta entrada que es la segunda parte de la anterior y pues aquí va. Uno de los problemas mayores de escribir cada dos años en este blog es que uno pierde el hilo de las cosas, y en dos años han pasado tantas que los hilos ya son una madeja que se pierde en mi memoria. Así que acabaré la entrada de las causalidades y empezaré --lo juro-- a escribir nuevamente en este blog que empecé en el año 2006. En la entrada de la siguiente semana les contaré de los blogs y los pondré al tanto en mi vida. También prometo actualizar las ligas que tengo en la columna de la derecha, porque muchos de los blogs ya pasaron a mejor vida y creo que ya nadie escribe en blogs, excepto la protagonista de estas causalidades de la que ya les pasaré el vínculo.   Estábamos, entonces, que me dieron la beca de la Fundación para escribir un libro de cuentos. La beca la obtuve gracias a que uno de esos amores juveniles y necesarios imprimió mis hojas y l...

He regresado a esta Ciudad que fue del canto

Queridos e inexistentes lectores, después de tres años de abandonar esta Ciudad que fue del canto, he regresado para, una vez más, prometer ser más constante y publicar ya no mi querido, cursi y azotado diario, sino lo que a mi pluma se le venga en gana. Por ello, primero les comparto una traducción que hice de dos fragmentos de Kurt Vonnegut, tomados del número 17, de junio de 2015, de Casa del tiempo. JFC Dos fragmentos de guerra [*] Kurt Vonnegut La obra de Kurt Vonnegut estuvo marcada por su experiencia en la Segunda Guerra Mundial como soldado de la 106 División de Infantería de los Estados Unidos, y luego como prisionero de guerra —de diciembre de 1944 hasta mayo de 1945— desde donde fue testigo del bombardeo que destruyó Dresde.  Casa del tiempo ofrece dos breves fragmentos de las novelas  Matadero 5  y  Barbazul que se publicaron con casi veinte años de distancia, para dar cuenta de la devastación íntima causada en el autor estadoun...

Cada cierto tiempo

Cada cierto tiempo, esta Ciudad que fue del canto se da su respiro para beneplácito de mis inexistentes lectores. No hay una razón para ello, aunque para ser francos, tampoco para seguir escribiendo en este blog; será tan solo la nostalgia de llevar cinco años quejándome, encabronándome y lloriqueando en esta bienamada ciudad la que no me deja abandonar por completo este ínfimo espacio virtual. Acaso recuerdo a David Forster Wallace en su ensayo sobre la escritura, o, como dicen en mi pueblo, es mi hijo, está bien feo, pero es mi hijo. Esta es mi ciudad, pequeña, aburrida y sin visitantes, pero es mía.  Estoy a tan sólo unos meses de mis treinta años, y mejor aún, a casi sesenta días de firmar la unión de Joyce con Mahler; uno de mis más queridos amigos se fue a soñar con jazz en amorosa y violenta comunión con el mar de Coatzacoalcos (¡carajo!, te hubieras despedido o esperado a beber juntos una última cerveza); sale en estos días mi primer libro, una pequeña plaquet que ni cam...