Ir al contenido principal

2008 Y CONTANDO

Queridísimos y abandonados lectores, he de contarles que me quedé sin acceso a internet varias semanas, además fui a Tepoztlán y a Amantla de Quetzalcoatl y pues en esos parajes la tecnología más avanzada son los refrescos energéticos. En fin, a explicación no pedida culpa manifiesta, dicen por ahí. Pero en realidad es precisamente mi desconexión del mundo cibernético que me dio el pretexto de este post.


Entre los correos de felicitaciones navideñas, del jaifaiv, de chicas encueradas y demás que no leí, había uno de una linda chica a la que amé y adoré durante varios venturosos meses. Ya no vive en la Capirucha, se fue a la tierra del son, la magia negra, la playa y la exhuberancia vegetal. (Ah, y de Salma Hayek). Lleva ya un rato allá y desde que terminamos nuestro contacto fue casi nulo, no así el cariño o el agradecimiento que siempre he sentido por ella. Digo, no todos los años se tiene la fortuna de despertar al lado de un lindo demonio que tiene la capacidad de cambiar la vida de las personas y luego desaparecer. En fin, años ha que la había visto por última vez y ahí estaba, un correo no leído... (aquí es donde suena música tipo Danny Elfman).


Lo recibí el día 23 de diciembre, lo leí... hasta el 28. Y yo andaba en tierras morelenses. Anoté con premura su celular y le marqué... qué sensación de nostalgia guarda su voz de chiquilla malcriada, alguna vez pensé que no volvería a saber de ella y ahí estaba hablándole y haciéndola reir como en tiempos mejores. Pero esta historia no tiene final feliz, los tiempos no se acomodaron y ella estaba ya en la carretera y yo me quedé con ganas de platicar un par de cafés.


Aun así, este no era el pretexto... digamos que fue el pretexto del pretexto, y antes de que me haga más bolas escribo lo que quería desde un principio: llenar de melancolía los primeros días de enero y pensar en lo que ha cambiado desde que no estamos juntos.



*Reyli era vocalista de Elefante. Mmmh, hoy ya van por el tercero.

*El Guadalajara sólo tenía 1o campeonatos; en esa final habían jugado Ramón Ramírez, el Gusano Nápoles, el Matador Martínez, el portero era el Pulpo Zúñiga, Nacho Vázquez, Alberto Coyote, Camilo Romero... el técnico era el Tuca. Ahora las Chivas ya tienen once, el Tuca es técnico de los Pumas y ninguno de los jugadores mencionados sigue jugando.

*No usaba barba, ahora algunos amigos me dicen Perla Negra.

*Aunque ya conocía al amor de mi vida, no había pasado nada entre nosotros. Curiosamente, después de terminar con el demonio que ocupa estas líneas, empecé a andar con ese amor de mi vida.

*Había escrito unas cuatro canciones, ahora ya mis rolas ocupan varios megas.

*No existía el Ipod.

*No sabía manejar. En estos días espero el que será ya mi tercer auto.

*Nunca había publicado nada, ahora ya estoy en tres antologías, una en prensa, he colaborado para el Milenio, Tinta Seca, Descritura, Molino de Letras y sigo sin querer escribir.

*Tocaba con Caracol Nocturno, hoy estoy con Vodeler y hasta pasé por Marmotazul.

*Odiaba a Placebo, lo sigo odiando.

*Existía una estación llamada Órbita, hoy es Reactor.

*Mi queridísimo perro se llamaba Bucker, y la reconocía. Hoy, Bucker ya me espera en otro lado y mis manos las muerde otro cocker llamado Asdrúbal.

Pues así han pasado los años y esperemos que en el 2008 sucedan más cosas que contar.
Así las cosas, un abrazo
JFC

PD. Feliz Cumpleaños a mi hermano José Roberto Cruz, tiene un par de meses que no lo veo y se le extraña. Un abrazo a todos ustedes.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Causalidades I

Inexistentes y amados lectores, les escribo instalado en mis treinta años por primera vez. El siguiente post lo dedico a contarles de mis festejos. Porque hoy, desde mi oficina en los lares del sur, quiero contarles el proceso que me llevó de una cena con caviar a tener un anillo de casado en mi dedo anular izquierdo. (¿Alguien sabe en qué mano es correcto usar el anillo? Yo me lo puse en la izquierda por puro azar, pero debe haber una norma).    La historia más sencilla de contar es que en una cena de la alta sociedad literaria conocí a una mujer de ojos bellos con quien platiqué un par de horas y compartí el caviar que generosamente algún autor de éxito puso en la mesa de su departamento en la Condesa. Después de un par de botellas de champaña le lancé una invitación con mis ojos seductores a que conociera la alfombra de mi departamento en el centro porque estaba seguro que su blusa azul turquesa haría juego con ella. Al otro día, entre el café de la mañana y el sexo matu...

Causalidades II

Queridos, desocupados e inexistentes lectores, les debía esta entrada que es la segunda parte de la anterior y pues aquí va. Uno de los problemas mayores de escribir cada dos años en este blog es que uno pierde el hilo de las cosas, y en dos años han pasado tantas que los hilos ya son una madeja que se pierde en mi memoria. Así que acabaré la entrada de las causalidades y empezaré --lo juro-- a escribir nuevamente en este blog que empecé en el año 2006. En la entrada de la siguiente semana les contaré de los blogs y los pondré al tanto en mi vida. También prometo actualizar las ligas que tengo en la columna de la derecha, porque muchos de los blogs ya pasaron a mejor vida y creo que ya nadie escribe en blogs, excepto la protagonista de estas causalidades de la que ya les pasaré el vínculo.   Estábamos, entonces, que me dieron la beca de la Fundación para escribir un libro de cuentos. La beca la obtuve gracias a que uno de esos amores juveniles y necesarios imprimió mis hojas y l...

He regresado a esta Ciudad que fue del canto

Queridos e inexistentes lectores, después de tres años de abandonar esta Ciudad que fue del canto, he regresado para, una vez más, prometer ser más constante y publicar ya no mi querido, cursi y azotado diario, sino lo que a mi pluma se le venga en gana. Por ello, primero les comparto una traducción que hice de dos fragmentos de Kurt Vonnegut, tomados del número 17, de junio de 2015, de Casa del tiempo. JFC Dos fragmentos de guerra [*] Kurt Vonnegut La obra de Kurt Vonnegut estuvo marcada por su experiencia en la Segunda Guerra Mundial como soldado de la 106 División de Infantería de los Estados Unidos, y luego como prisionero de guerra —de diciembre de 1944 hasta mayo de 1945— desde donde fue testigo del bombardeo que destruyó Dresde.  Casa del tiempo ofrece dos breves fragmentos de las novelas  Matadero 5  y  Barbazul que se publicaron con casi veinte años de distancia, para dar cuenta de la devastación íntima causada en el autor estadoun...