Hoy, mis estimados lectores, recordé un poema en el metro, específicamente entre el transbordo de la estación Pino Suárez a Zócalo. Un venturoso traje sastre café, en perfecta sintonía con la piel blanca que cubría, se movía con presurosos pasos entre la gente indiferente y preocupada. En realidad, aunque siempre agradezco tales encuentros, el poema no tiene que ver con aquélla fémina visión, sólo recordé el final del texto. O tal vez sólo sea un pretexto para regresar a este poeta tan admirado. Del maestro Rubén Bonifaz, ALGO SE ME HA QUEBRADO ESTA MAÑANA Para Abril Boliver Algo se me ha quebrado esta mañana de andar, de cara en cara, preguntando por el que vive dentro. Y habla y se queja y se me tuerce hasta la lengua del zapato, por tener que aguantar como los hombres tanta pobreza, tanto oscuro camino a la vejez; tantos remiendos, nunca invisibles, en la piel del alma. Yo no entiendo; yo quiero solamente, y trabajo en mi oficio. Yo pienso: hay que vivir; dificultosa y todo, nuestra...
Apuntes de Jesús Francisco Conde de Arriaga