Mis queridos cyberlectores, los invito este sábado 17 de enero, a las 15:30 hrs, a un toquín que tendrá la insigne banda Vodeler (de la cual soy baterista y compositor) en el Centro Cultural José Martí, saliendo del Metro Hidalgo. El set list será breve (qué bueno porque nuestro guitarrista borró tres secuencias, o sea, tres canciones que no podemos tocar) y estaremos alrededor de una hora. ¡Espero verlos por allá!
Por lo demás no tengo mucho que contar. El trabajo me dio la bienvenida más pesado que de costumbre, lo bueno es que estoy terminando guiones de radio y televisión y eso me desestresa un poco. Pero, ¡oh fatalidad! veo el calendario que cruelmente avanza acercándose y mi pluma sigue seca. Creo que después de tres canciones que salieron en un encerrón de dos días con mi guitarra mi creatividad se fue de vacaciones. Espero que regrese antes del 30 o ya me jodí. El cuento que tengo que entregar para fin de mes y que pensaba me iba a mandar a Escocia, y que ahora me conformo con terminarlo antes de la fecha límite, sigue rondando como fantasmita en mi cabeza pero no hace por aparecerse. ¡Oh antiguos espíritus del mal, conviertan esta pluma decadente en Conde de Arriaga, el escritor! Madres, yo creo que ni así.
Mientras llega la musa o el talento o la creatividad o el genio o me siente a escribir un maquinazo, me dedico a hacer algo un poco más mecánico, que no por eso menos difícil: ejercicios para el pie derecho, paradiddles y un break de Steve Gadd que está muy cabrón. Les dejo el video de este monstruoso baterista tocando como si nada este fenomenal ritmo. Eso sí, para lograrlo me hice de un Tama Iron Cobra Power Glide 9000, o sea un pedal para bombo de una marca muy socorrida. ¡Si tan sólo hiciera milagros!
Así las cosas,
JFC

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