Mis inexistentes lectores, en dos años en los que mi vida ha pasado de las aulas de una prepa de prospectos olímpicos a los cubículos fríos del IIB y al tedio de la gestión cultural; de los sueños de una morena a perderme en unos ojos claros y a soñar otra vez en unos brazos añorados; de Marmotazul a Vodeler y de la Literatura a la Política, esta gloriosa Ciudad que fue del canto ha llegado a 100 entradas. Un día de estos en que tenga muchas ganas de vivir releo lo escrito, porque si no es así, puedo quedarme en el camino. Me tardé un poco en escribir la número cien porque esperaba buenas noticias que darles. Primero les pongo unas fotos de una función de Primera Obscena Teatro en CU. Fui el bataco de la muerte (encarnada por la bella Jimena Blanco) en la Danza que escribió y dirigió mi hermano Mario Alberto Conde. De verdad que esto del teatro me está gustando, ya son dos puestas a las que les pongo música. Para esta Danza en particular escribí algo onda tribal. Llevé mi precioso set...
Apuntes de Jesús Francisco Conde de Arriaga