Mis queridos e inexistentes lectores, les digo que estoy en proceso de mezcla de las canciones del primer demo de Vodeler. No sé todavía a ciencia cierta qué vamos a hacer con él, supongo que nos da una buena idea de cómo suena la banda y puede servir para mostrarla a algunos colegas que pueden ayudarnos a salir del sumo underground. La verdad, no es eso el tema de la entrada de este día, sino cómo a veces los recuerdos se agolpan mientras se trabaja arduamente. Cada una de las canciones que voy a mezclar, excepto Qué bonito era quererte (chingao) que es de nuestro ilustre pianista, las escribí en distintos momentos de mi vida y con peculiares fantasmas en mi spleen. Es decir, ahora que soy algunas cicatrices más mayor, como canta el maestro Auté, las veo a la distancia y sé que en mi primer cuarto de siglo he vivido. Así, sin adjetivos.
Pero vamos a comenzar desde el principio.
Entre tus tardes. Una rola happypunkerona que le escribí a un dulce demonio de falda negra que me robó noches y tardes afortunadas en esta ciudad. Ah caray, cómo quise a la condenada. Ahora anda en ambientes más cálidos y siempre es bueno recordar a quien me cambió la vida.
Vino Acre y Ente símbolos. Vino... fue la primera de muchas que le escribí a quien sin duda alguna es mi gran amor. Además de ser la primera que compuse para grupo de rock. La estrené un día de mayo hace ya más de seis años en el auditorio de la insigne Prepa 2 de la UNAM. En ese entonces estaba en la bataca de Caracol Nocturno. Entre símbolos es también una de las primeras rolas y una de las que más me gustan. La hice cuando parecía haber llegado la separación definitiva entre el amor juvenil y un servidor. ¿Quién me iba a decir que un par de años después regresaría para darme unas tardes de su juventud? Se fue, llegó, fue mía, se volvió a ir, regresó y ahora sueña en los brazos de otro. ¡Qué fácil resumir tantas cicatrices en tan pocas palabras!
AM. Aunque la música es de Israle Ávila, nuestro ya mencionado pianista, la letra es mía. La hice en un desliz de pasión. Una de esas tardes en que el alcohol y la soledad hicieron un buen trato. Mejorando un poco a Chente: ¡Lastima que seas ajena! Creo que fue mi primer delito. Jejeje
Promesa MCC. Y pues esta rola es la más reciente. Ya la pueden escuchar aquí al lado aunque la versión de Vodeler es algo así como una mezcla entre Muse y Edgar Oceransky. Es una chica que ocupa mis pensamientos, linda, ojos miel, cara de oso gummy, perfecta para cerrar mis heridas. Que quiera un dios bueno conmigo o algo así como ella borracha y yo con suerte. En fin, veremos.
Así las cosas mis lectores, les debo la portada de la más reciente antología en la que me publican. Ya les contaré este negocio.
JFC
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