Ir al contenido principal

ALBRICIAS ALBRICIAS YA LIBRO TENEMOS

Pues mis querídisimos y cada vez más inexistentes lectores, se les informa, desde la Agencia de Noticias de la Ciudad que fue del Canto, (la CHINGAQUEDITO, por sus siglas en Gíglico), que La Coyotera Editores acaba de dar a luz a un nuevo bebé con 19 autores que comparten su paternidad.


Cual concha de chocolate que adorna el "santo olor de la panadería", Ardiente Coyotera todavía despide su aroma a tintas e imprenta. Su menos atento e inseguro servidor, el tirano de esta Ciudad, abre el volumen con un breve relato de tintes eróticos. (La neta es que me pidieron uno de este tipo y fue lo más parecido que encontré.)


El cuentillo se llama Octubre y está dedicado, como cada línea, verso o acorde de mi obra, a quien se acomode en él. Tienen toda la libertad para sentirse cualquiera de los protagonistas, de paladear las caricias en el lugar que más les plazca y de recordar a quien gusten. ¡Claro! Primero tienen que comprarlo o esperar a que yo se los regale. No sé dónde se consiga o cuándo me pueda escapar de mi day job, pero tengan por seguro que los mantendré informados.


Les dejo la portada de la cuarta antología donde me hacen el favor de publicarme. (Cofradía de coyotes, Fantasiofrenia II y Bragas de la noche son los otros tres). Ahora espero que pueda terminar mi novela para tener un libro yo solito. Ya llevo 6 años con ella en la mente y cuarenta pinchurrientas cuartillas. Ya es hora.

Así las cosas, les debo las portadas de los otros, pero ni yo tengo ejemplares. Los consigo y los posteo.

JFC
PD. No me han depositado del Vive Latino y estoy encabronado, en esta oficina me pagan hasta Octubre y las grabaciones no sé cuándo me las paguen. Pero cuando el dinero (ausencia o abundancia de él) me desconcentren, ya me jodí.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Causalidades II

Queridos, desocupados e inexistentes lectores, les debía esta entrada que es la segunda parte de la anterior y pues aquí va. Uno de los problemas mayores de escribir cada dos años en este blog es que uno pierde el hilo de las cosas, y en dos años han pasado tantas que los hilos ya son una madeja que se pierde en mi memoria. Así que acabaré la entrada de las causalidades y empezaré --lo juro-- a escribir nuevamente en este blog que empecé en el año 2006. En la entrada de la siguiente semana les contaré de los blogs y los pondré al tanto en mi vida. También prometo actualizar las ligas que tengo en la columna de la derecha, porque muchos de los blogs ya pasaron a mejor vida y creo que ya nadie escribe en blogs, excepto la protagonista de estas causalidades de la que ya les pasaré el vínculo.   Estábamos, entonces, que me dieron la beca de la Fundación para escribir un libro de cuentos. La beca la obtuve gracias a que uno de esos amores juveniles y necesarios imprimió mis hojas y l...

He regresado a esta Ciudad que fue del canto

Queridos e inexistentes lectores, después de tres años de abandonar esta Ciudad que fue del canto, he regresado para, una vez más, prometer ser más constante y publicar ya no mi querido, cursi y azotado diario, sino lo que a mi pluma se le venga en gana. Por ello, primero les comparto una traducción que hice de dos fragmentos de Kurt Vonnegut, tomados del número 17, de junio de 2015, de Casa del tiempo. JFC Dos fragmentos de guerra [*] Kurt Vonnegut La obra de Kurt Vonnegut estuvo marcada por su experiencia en la Segunda Guerra Mundial como soldado de la 106 División de Infantería de los Estados Unidos, y luego como prisionero de guerra —de diciembre de 1944 hasta mayo de 1945— desde donde fue testigo del bombardeo que destruyó Dresde.  Casa del tiempo ofrece dos breves fragmentos de las novelas  Matadero 5  y  Barbazul que se publicaron con casi veinte años de distancia, para dar cuenta de la devastación íntima causada en el autor estadoun...

Causalidades I

Inexistentes y amados lectores, les escribo instalado en mis treinta años por primera vez. El siguiente post lo dedico a contarles de mis festejos. Porque hoy, desde mi oficina en los lares del sur, quiero contarles el proceso que me llevó de una cena con caviar a tener un anillo de casado en mi dedo anular izquierdo. (¿Alguien sabe en qué mano es correcto usar el anillo? Yo me lo puse en la izquierda por puro azar, pero debe haber una norma).    La historia más sencilla de contar es que en una cena de la alta sociedad literaria conocí a una mujer de ojos bellos con quien platiqué un par de horas y compartí el caviar que generosamente algún autor de éxito puso en la mesa de su departamento en la Condesa. Después de un par de botellas de champaña le lancé una invitación con mis ojos seductores a que conociera la alfombra de mi departamento en el centro porque estaba seguro que su blusa azul turquesa haría juego con ella. Al otro día, entre el café de la mañana y el sexo matu...